Para detectar una fuga de agua en tu domicilio,
se te sugiere que revises las instalaciones que se enlistan a continuación, siguiendo las instrucciones:
Tubería del medidor a la cisterna :
Asegúrate de que al momento de inspeccionar la línea del medidor a la cisterna y la propia cisterna cuentes con agua en la llave de paso.
Sostén el flotador de la cisterna hasta arriba para evitar que entre el agua. Al realizar esta acción, el reloj del medidor debe detenerse.
En caso contrario, es probable que exista fuga en la tubería.
El agua que se fuga de la cisterna no siempre brota por arriba, en ocasiones se filtra entre el piso y las paredes u orificios de entrada del tubo de llenado (fugas poco visibles).
Para comprobar esto marca una línea en la pared de la cisterna al nivel actual del agua y levanta y amarra el flotador para evitar la entrada de agua.
Una vez hecha la marca en la pared de la cisterna, NO debes utilizar el agua (no utilizar el WC, ni abrir llaves) durante 20 minutos como mínimo. De preferencia, no utilices el agua durante varias horas o toda la noche.
Si no has utilizado el agua y el nivel de la cisterna baja con respecto a la marca hecha en la pared, tienes una fuga.
Levanta la tapa de la caja de almacenamiento y revisa que el nivel del agua no rebase la parte alta del respiradero; si esto no sucede, el agua correrá por el tubo provocando una fuga.
Verifica que la goma ubicada en el fondo de la caja selle el orificio por donde sale el agua cada vez que se hace una descarga. Para comprobar, sostén el flotador, evitando que entre agua.
Si el nivel de agua baja, la goma no sella causando la fuga.
Llena el tinaco sin detener el bombeo de agua.
Al llenarse, se detendrá automáticamente la bomba y el flotador impedirá el paso del agua. Después del tiempo de llenado comprueba que el agua no continúe entrando.
Asimismo, observa si hay escurrimientos en los orificios de entrada o salida de las tuberías (las fisuras en las paredes de los tinacos provocan fugas que van aumentando paulatinamente).
Se recomienda una revisión física del tinaco cada tres meses.